El árbol que da frutos

Hoy he leído en Facebook el comentario de un amigo, molesto por lo que se había dicho de él en un artículo en un periódico importante de España. Rápidamente he recordado una frase de esas que te envian por correo electrónico, pero de las que conviene mantener «frescas» en la memoria:

«Sólo se tiran piedras contra el árbol que da frutos«.
Estoy convencida de que si él no fuera importante y no estuviera haciendo las cosas bien, nadie se tomaría la molestia de escribir nada sobre él, ni bueno, ni malo.
A veces queremos el éxito y el triunfo pero no nos preparamos para aceptar las críticas que eso conlleva. Hay quienes nos critican sólo por un ejercicio de simple envidia, pero también hay quien nos critica porque no está de acuerdo con el modo en el que hacemos las cosas, y eso está bien, la diversidad es buena, las opiniones diferentes son buenas… Pero cuando nos descalifican y nos atacan desde la burla porque no tienen argumentos, entonces, lo único que consiguen es elevarnos por encima de nuestros propios logros.
Tal vez sea el momento de plantearnos cómo son nuestras críticas hacia los demás.  ¿Envidiamos el fruto ajeno y le tiramos piedras para tratar de hacernos con él, o nos dedicamos a cultivar nuestros propios frutos?
¿Tú qué opinas?