Comunica para triunfar

Descubre la importancia de mejorar tus habilidades de comunicación. 

La importancia del estilo de comunicación  

tres monosLa publicación del libro de Daniel Goleman, La Inteligencia Emocional, supuso un hito importante en la forma de entender las relaciones interpersonales en el mundo de la empresa actual.

Goleman consiguió explicar algunas de las razones por las que ciertas empresas llegaban a alcanzar importantísimos éxitos, mientras otras desaparecían devoradas por la competencia. A partir de ese momento se puso de relieve la importancia de los modelos de comunicación.

¿Cuáles son estos modelos de comunicación? Sus características más importantes son:

1. Comunicación agresiva.

Se trata de un estilo de comunicación basado en la jerarquía. Es un estilo directivo, donde la información fluye en un único sentido: de arriba hacia abajo. En este modelo se asume y presupone que quien tiene el poder y el cargo más elevado tiene también más conocimientos, dotes y habilidades para realizar el trabajo.

El cumplimiento de metas se consigue a través de la intimidación y del poder que confiere la posición dentro de la jerarquía establecida. Las relaciones interpersonales que se derivan de este estilo de comunicación están a menudo cargadas de resentimiento, enfados y desgana. No hay auténtica motivación por realizar el trabajo, las personas se limitan a cumplir con la norma.

2. Comunicación asertiva.  

Este estilo de comunicación está basado en la confianza mutua. Es un modelo participativo donde la información fluye en todas las direcciones: de arriba hacia abajo, de abajo hacia arriba y en horizontal.

Los éxitos que se consiguen con la comunicación asertiva surgen de la implicación personal y de la motivación. El papel del gerente asertivo es dar alas a cada empleado para que aporte lo mejor de sí mismo a la empresa. Para ello debe poner en práctica el menú de habilidades de la comunicación y saber elegir para cada situación la estrategia más adecuada.

¿Por qué cambiar nuestro estilo de comunicación?

•  Porque, así como las empresas deben plantearse el modo en que establecen sus relaciones con empleados y clientes, cada uno de nosotros debemos plantearnos cómo llegar a ser más efectivos en nuestra comunicación con los demás.

•  Porque las empresas se han convertido en microcosmos de relaciones interpersonales en los que cada uno de nosotros nos desarrollamos y socializamos. Piensa en el tiempo que permaneces en tu puesto de trabajo. Debemos intentar que este tiempo nos haga sentir mejor no sólo a nivel profesional sino también a nivel personal. Si nos volvemos socialmente más efectivos aumentará nuestra autoestima.

•  Porque las empresas ya no pueden permitirse funcionar de espaldas a la motivación de sus empleados. Si no quieres quedarte estancado, si quieres avanzar con la empresa, debes prepararte y aprender a motivar a los demás, saber cómo apoyarles y, por supuesto, saber cómo comunicarte con ellos.

A pesar de la importancia que tienen las Habilidades de Comunicación en la mejora de las relaciones interpersonales, no están incluidas en los planes educativos de las escuelas. Aunque parece que tímidamente han comenzado a hacer su aparición en algunas escuelas de negocios. Lo importante no es sólo que conozcas cuáles son estas habilidades, sino que las practiques y las utilices siempre que puedas en tus relaciones laborales y personales.

¿Qué debemos tener en cuenta antes de poner en práctica las Habilidades de Comunicación?

1. Sensación de falta de espontaneidad inicial .

Tenemos que estar preparados. En un primer momento, la puesta en práctica de estas habilidades se percibe como algo artificioso y mecánico. Ésta es una de sus principales contradicciones, ya que el sentido común nos dice que en las relaciones con los demás debe imperar la espontaneidad y la naturalidad.

Es cierto, pero nos ocurre lo mismo ante cualquier situación en la que comenzamos a practicar una nueva habilidad. Por ejemplo, cuando aprendemos un idioma. Al principio tenemos que esforzarnos por encontrar la palabra adecuada, buscar el giro correcto, o hacer uso continuamente del diccionario. Cuando nos iniciamos en el uso de las habilidades de comunicación necesitamos también un poco de práctica y repetir cada estrategia para incorporarla con naturalidad al repertorio de nuestras propias conductas.

2. No todo es nuevo.

Efectivamente, muchas de estas habilidades ya existen en nuestro repertorio conductual y en ocasiones las empleamos en nuestra vida privada o en la profesional. Tiene muchas ventajas sistematizar y mejorar el uso de estas habilidades, así como adquirir otras que no poseemos y que, por ese desconocimiento, omitimos.

3. Repetir, repetir y repetir.

Debemos recordar que el sólo hecho de conocer cuáles son las habilidades de comunicación no supone de por sí una mejora del comportamiento social. Podemos decir que se trata de una condición necesaria pero no suficiente. Para la correcta puesta en práctica de estas habilidades hemos de tener en cuenta la situación concreta en la que nos encontramos y no perder de vista el objetivo que queremos alcanzar.

Una Habilidad para cada Ocasión

Compartimos con nuestros compañeros de trabajo un tercio de nuestro tiempo. Esto es así en el mejor de los casos, porque hay situaciones en las que el tiempo pasado dentro de la empresa es igual o mayor que el dedicado a la vida personal y al descanso juntos. En este tiempo dedicado a la empresa tenemos que afrontar situaciones muy diversas. Buenos y malos ratos. No todo son alegrías:

•  Recibimos críticas de jefes, compañeros y subordinados con las que no siempre estamos conformes.

•  Sufrimos objeciones a nuestro trabajo aún cuando nos hayamos empeñado a fondo por hacerlo bien.

•  Nos vemos continuamente inmersos en conflictos por malentendidos.

•  En ocasiones nos vence el desánimo…

Ante cada una de estas situaciones debemos “elegir la habilidad” más adecuada de tal manera que nuestras relaciones con los demás no se vean resentidas. Esas habilidades son las siguientes:

– Escucha Activa

– Empatía

– Resumir

– Hacer Preguntas

– Ser recompensante

– “Mensajes Yo”

– “Disco Rayado”

– Proporcionar información útil

– Guiar el pensamiento

– Buen humor

– Elegir el momento adecuado

Dada la importancia que tiene cada una de ellas es necesario tratarlas por separado. En próximos posts contaré cómo escuchar: practicando la escucha activa.

7 ventajas de aprender a escuchar de manera activa

escuchaAprender a comunicarnos bien es una habilidad cada vez más necesaria. Comunicarnos con los demás no es simplemente hablar con ellos.

¿Qué es la escucha activa?

Escuchar no es sólo una cuestión biológica que dependa de nuestra agudeza auditiva. Si quiere comunicarse con los demás el primer paso es conocer la diferencia entre oír y escuchar.

Según el Diccionario de la Real Academia de la Lengua estos dos verbos no son sinónimos:

oír : Percibir con el oído los sonidos.

escuchar : Prestar atención a lo que se oye.

Oír no es un acto voluntario, los sonidos llegan a nuestros oídos aunque no hagamos nada para que ocurra. Escuchar en cambio es el acto voluntario mediante el cual prestamos atención a los sonidos que percibimos. Se puede oír sin escuchar, pero para escuchar, primero hay que oír.

Pero vamos a ir un paso más allá. Si nuestro objetivo es mejorar nuestra comunicación debemos aprender a poner en práctica la escucha activa . Esto es: escuchar bien, con atención y cuidado, tratando de comprender lo que nos dice nuestro interlocutor.

Escuchar activamente supone estar psicológicamente presentes. Ser conscientes de lo que nos dicen y demostrar a nuestro interlocutor que recibimos su mensaje. Parece que escuchamos pero en realidad casi siempre estamos ocupados pensando en qué le contestaremos al otro cuando acabe su turno de palabra. Vamos unos pasos por delante preparando nuestro propio argumento.

7 ventajas de aprender a escuchar de manera activa

¿Por qué es importante escuchar activamente?

•  Porque si sabemos escuchar los demás sentirán la confianza necesaria para ser sinceros con nosotros.

•  Porque la persona que nos habla se siente valorada.

•  Porque escuchar tiene efectos tranquilizantes y facilita que se eliminen tensiones.

•  Porque favorece una relación positiva con nuestro interlocutor.

•  Porque permite llegar al fondo de los problemas.

•  Porque provocamos respeto hacia nosotros en quien nos habla.

•  Porque es una recompensa para nuestro interlocutor.

Hay que tener cuidado de no emplear la escucha activa con personas que tienen tendencia a hablar en exceso. Escuchar es una recompensa muy fuerte y en algunas personas hablar acaba convirtiéndose en un hábito sólo para recibir esa recompensa de cualquiera que tenga en frente.

¿Cómo se practica la escucha activa?

•  A través de la observación:

Cuanta más información podamos obtener de nuestro interlocutor, mejor. Para ello debemos estar atentos a sus expresiones, a los sentimientos que expresa, a los gestos y a las señales que nos emite para indicarnos que nos cede el turno de palabra.

•  A través de la expresión:

Nuestro interlocutor debe captar por nuestra actitud que le estamos prestando atención. Es importante mantener el contacto visual y asentir con movimientos de cabeza. También debemos acompañar nuestros gestos con expresiones verbales:”claro entiendo”, “ya veo”, “ah-ah”…

Los enemigos de la comunicación

Hay conductas que realizamos, algunas de forma consciente y otras totalmente inconscientes, que son verdaderas cargas de profundidad contra el proceso de comunicación. Por ejemplo:

•  Interrumpir al que habla.

•  Juzgar cada comentario que hace.

•  Ofrecer ayuda que no nos ha solicitado.

•  Quitar importancia a los sentimientos de la otra persona con expresiones como “no te preocupes por esa tontería”, “no te pongas así”, etc.

•  Contar “nuestra anécdota” cuando el otro está aún hablando.

•  Caer en el “síndrome del experto”: Saber lo que debemos contestar cuando el otro no ha hecho más que iniciar su relato.

En situaciones difíciles…

La escucha activa está especialmente indicada cuando debemos afrontar situaciones difíciles. Por ejemplo, cuando nos encontramos ante un interlocutor agresivo, cuando prevemos enfrentamientos o cuando hay muchas interrupciones.

Podemos evitar situaciones conflictivas si conseguimos anticiparlas. Para ello debemos identificar y anotar las personas y las circunstancias en las que posiblemente tendremos dificultades. Debemos anticipar los gestos, las palabras y los sentimientos de nuestro interlocutor y entrenarnos en el control de nuestro impulso de responder para que, cuando llegue el momento, nos podamos mantener atentos y poner en práctica la escucha activa.